Paredes de cristal para separar ambientes

El interiorismo está viviendo en la actualidad la época más floreciente de su historia. Debido a los procesos de tecnificación y accesibilidad de materias primas, podemos encontrar un sinfín de soluciones en el mercado para dotar de una personalidad única a las estancias de nuestro hogar o negocio.

Debido a cuestiones de espacio se han popularizado enormemente los espacios diáfanos y abiertos, con el fin de ganar metros y sensación de amplitud. El cristal cobra un especial protagonismo en esta disyuntiva, puesto que aúna los beneficios de la subdivisión de un espacio con las bondades de un espacio diáfano y abierto, ya que permite pasar la luz.

Separar los ambientes con cristaleras se ha convertido en un recurso habitual debido a las ventajas que presenta. Se empezó empleando en baños y aseos y actualmente se ha extendido a cualquier estancia del hogar. La subdivisión de espacios en sí mismos, o la separación de ambientes con cristal permite dotar de luminosidad a la casa, con todo lo que ello conlleva. Son una solución moderna, ecosostenible y además muy vistosa desde el punto de vista decorativo.

 

 

Ventajas de las paredes de cristal

Las ventajas de las paredes de cristal son muchas. Como comentábamos más arriba son una solución para la falta de luz natural si no contamos con demasiados ventanales. Esto además revierte de forma colateral en un ahorro energético, pues somos menos dependientes de la luz artificial.

A esto se le suma una sensación de amplitud, especialmente si hablamos de cristales transparentes, puesto que ocupan muy poco espacio y el hecho de poder vislumbrar el otro lado desde el opuesto nos da esa sensación de que no existen barreras arquitectónicas.

También sirven para separar ambientes dentro de un mismo ambiente, algo que es bastante recurrente en baños. Donde queremos diferenciar la zona del aseo con la zona de la bañera o plato de ducha.

Fácilmente instalable. Esto es otra gran ventaja, especialmente en contraposición a las soluciones tradicionales, que requieren de una gran obra. Los cristales son fáciles y limpios de instalar en casas ya conformadas. Siendo estos una solución a valorar en cualquier reforma.

También ofrece ventajas palpables a nivel estético.

 

 

Inconvenientes de las paredes de cristal

Obviamente este tipo de construcciones también cuentan con algún que otro inconveniente que es preciso conocer de antemano con el fin de no llevarnos sorpresas desagradables en el futuro. Hay algunos que pueden resultar obvios y otros que no. El hecho de usar paredes de cristal resta privacidad a las estancias, por lo tanto en algunos proyectos quedan descartadas.

La limpieza podría ser otro inconveniente, ya que el cristal, pese a los tratamientos que le hayamos querido dar, tiende más a ensuciarse, pero a su favor también cuenta con el hecho de que no necesitan tanto mantenimiento (pintura, en el caso de sus homólogos de ladrillo y cemento).

Otra cuestión que podríamos considerar un inconveniente es la que tiene que ver con la durabilidad. Si bien es cierto que en la actualidad los cristales han evolucionado muchísimo, y mediante procedimientos fisicoquímicos podemos dotar de resistencia y durabilidad al vidrio, no es menos cierto que siguen perdiendo en este aspecto en relación a las soluciones tradicionales.

Por último, y no por ello menos importante, otra de las desventajas de las paredes de cristal, y probablemente la que suponga una mayor barrera para sus compradores potenciales, es el precio, del que hablaremos a continuación.

 

 

Precio de una pared de cristal

El precio es probablemente el mayor impedimento que encontrará alguien para optar por esta solución. Como en todo lo que se refiere a construcción arquitectónica es técnicamente imposible dar cifras ni siquiera redondeadas, dado que van a variar y mucho en función de lo que queramos.

Algunas de las variables que más ponderar para definir el precio son, de mayor a menor: metros cuadrados de cristal necesarios, facilidad de instalación en función de la distribución que busquemos, tratamientos de resistencia a impactos y otra serie de tratamientos.

Por tanto podemos afirmar, que mínimo, hablaríamos de un precio cerrado de 70€ m/2, pero esto a menudo debido a los requerimientos específicos del cliente no es real, y el precio se puede elevar sobre los 200€ m/2. En cualquier caso hay muchos instaladores dispuestos a hacernos un presupuesto a medida sin ninguna clase de compromiso.

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